“And now for something completely different…“

En fechas recientes se presentó el resultado de un estudio realizado por las Universidades de Harvard, Oxford y Cambridge, en el cual se demostró que las "personas" que no les gusta Monty Python sufren de serias limitaciones cognitivas, motrices, emocionales y sexuales, por lo que tienen que ser considerados como subnormales e indignos de todo respeto.

Así mismo, en otro análisis realizado por el MIT (Massachusetts Institute of Technology) se comprobó la existencia de una correlación directa entre el éxito sexual y la capacidad de goce del finísimo humor de Monty Phyton. Es decir: todos aquellos que se doblan de carcajadas cuando ven una película o un sketch de los Phyton resultan ser personas muy atractivas a los ojos de los demás mortales ya que son excelentes amantes y tienen un nivel de inteligencia superior.

El momento musical de la semana

El Diablo está en los detalles

Todos los que han visitado alguna vez Berlín han recorrido por lo menos una vez la East Side Gallery. Millones de cámaras se han disparado en frente de los restos del muro para obtener ese bonito recuerdo con el que se le demostrará a familia y amigos todo lo que uno ha viajado: “Mira abue, ahí donde estoy mataron a balazos a muchos alemanes que querían pasarse al otro lado, chido no.” Así pues, obsesionados por obtener el trofeito muy pocos nos fijamos en los pequeños resquicios, rajaduras, arrugas, pegotes, dobleces y pellizcos que –sutilmente escondidos- adornan los 1,300 metros de concreto y pintura desgastada que forman la East Side Gallery.

Introspección

Hoy me siento desdibujado, un poco desvanecido.


Hoy me desquebrajo de adentro hacia afuera.


El dolor es seco, llano e inmovil. Casi petrificado.


Estoy aletargado, suspendido.


Ya pasará.